sábado, 9 de abril de 2016

LAS PALABRAS QUE HE APRENDIDO POR LA NOCHE

-LAS PALABRAS QUE HE APRENDIDO POR LA NOCHE viendo Pasa Palabra, si son complicadas me cuestan recordarlas, y eso me preocupa doctor 
-Los pequeños olvidos son cosas normales- le contestó este
-Serán normales, pero últimamente tengo sensaciones muy raras. Si me permite, le pondré un ejemplo clarificador: Cuando me picho el dedo para tomarme el azúcar, la sangre en vez de roja me sale verde ¿Usted cree que eso es grave? Porque si fuera azul, no me importaría, se de mucha gente que la tiene… ¡Pero verde!
-Son cosas de la edad
-Otras veces considero que no he dado ni la mitad de abrazos que debiera por no tener coraje para expresar mis sentimientos y, también me lamento a menudo, de no haberme permitido ser más feliz
¿Pero cuántos años tiene usted?      
-Ochenta y siete años cumplidos
-Pues, no es tan mayor
-Pero, en todos esos años, nunca he vivido siendo fiel a mí mismo sino pendiente de otros
-Tranquilícese y dígame ¿Cuando corrió un maratón por última vez, hizo puenting o se llevó en la moto a una muchacha al campo para ver un atardecer?
-Ni me acuerdo
-Se da cuenta, como los olvidos en las personas de cierta edad son habituales. Por eso, lo que usted cree que no ha hecho, si ha podido hacerlo y no lo sabe, o no se acuerda. Y, si no se acuerda, es como si no hubiera nunca existido.  Le haré una pregunta más fácil: ¿Y el amor, cuándo hizo por última vez el amor?... No se me ponga colorado hombre,… le voy ayudar. Hace un mes, un año, un lustro…
-Más, más… No lo tengo presente, ni anotado en ninguna parte, pero estoy seguro que en lo que va de siglo no lo he probado
-¿A usted eso le parece normal?- dijo el médico
-No sabría contestarle, aunque debe de ser normal para mí, porque de pequeño me enseñaron que el  sexo, si no es por amor, es pecado
-¡Y, su mujer! ¿Qué dice?
-¡Huy! la pobre, con lo que le ha caído ya tiene bastante. Si quiere se lo cuento
-No, no lo haga, tendría que cobrarle otra consulta. Pero dígame: que ilusiones tiene usted. ¿Qué es lo que más le gusta?, sale a cenar, ve exposiciones, corre con el coche en dirección contraria por la autopista, disfruta sembrado tomates?
-No
Entonces so muermo. ¿Qué es lo que hace?
-Pocas cosas doctor. Me levanto, leo el periódico, espero a la comida intentado saber de qué hablan los tertulianos, luego duermo la siesta, veo otra vez la tele, ceno y me voy a dormir y, así, un día tras otro, año tras año, siglo tras siglo
-Cómo anda de fantasías, de fantasías sexuales quiero decir -preguntó el doctor-  ¿Si se cruza por la calle con una mujer guapa y hermosa cuando va al médico a por las pastillas para la tensión, a usted se alegra la vista?
-Claro que sí, como que los ojos se me hacen chiribitas y la boca agua, igual que a los lobos cuando ven paciendo tranquila a la corderilla en el prado verde, malpensando en lo que podrían hacer…
El doctor se puso a escribir en silencio,  luego levantó la mirada del papel diciendo:”Mire, ya tengo su diagnóstico en una mano y la hoja del sablazo en la otra, por donde quiere que empiece”
-Por el diagnóstico; porque si es malo, me lo atenuará el sablazo
-Buena ocurrencia amigo, pero sigamos. Usted, con el paso del tiempo, se ha ido convirtiendo en lo que se conoce como un viejo verde, de ahí el color de su sangre y la vida de vegetal que lleva; por eso, me va a permitir que llame a un leñador para que le separe de la silla y pueda marcharse, ya que se ha injertado con la madera del asiento y está trepando por el respaldo como una enredadera. ¿Ha venido solo, o le acompaña su madre?
-Abajo, en la acera, me espera toda la familia y los amigos del colegio
Entraron en la sala dos hombres vestidos de blanco con un serrucho en la mano comentando muy animados el último partido del atleti.
- “¡Qué frio sale cuando se abre la puerta!” -dijo uno de ellos mientras sacaban la camilla del nicho
Empezaron a serrarme la frente con intención de quitarme la tapa de los sesos, los veía atareados y seguían hablando del mi equipo, yo no intervenía porque no los conocía de nada. Cuando se me quedaron los sesos al aire, abierto en canal y puesto junto a los tobillos los pulmones, seguía sin dolerme nada.
-¿Durará mucho la autopsia?
 -No creo, es sencilla. Lo han encontrado muerto en su cama

Madrid, 2 de abril del 2016








3 comentarios:

  1. Impagable ese doctor, Sebastian. Esa mezcla de cotidianeidad y surrealismo me parece muy lograda. Como "peros", yo diría que sería mejor que terminaras las frases con el punto, y luego, lo que te comentábamos en la tertulia, que dieras alguna pista que enlace la escena de la conversación con la de la autopsia.
    Por lo demás, me parece super divertido. Más ahora incluso que la primera vez...
    Un abrazo¡¡

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  2. Gracias Javier por tus consejos, soy consciente que debía repasar más los escritos, pero eso como sabes es superior a mí. Me perdería

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  3. Gracias Javier por tus consejos, soy consciente que debía repasar más los escritos, pero eso como sabes es superior a mí. Me perdería

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